Reconocimiento facial vs huellas dactilares
14 de marzo de 2019 | 5 minutos de lectura

Reconocimiento facial vs huellas dactilares

El reconocimiento facial y el de huellas dactilares se han convertido en los últimos años en los métodos de fichar favoritos de los sistemas de control horario y control de acceso. En el caso del control horario, estos métodos biométricos evitan que un trabajador pueda fichar por otro, mientras que en el control de acceso aportan un plus de seguridad que no ofrecen los clásicos sistemas basados en la entrada de un código por teclado o en la lectura de una tarjeta identificativa. ¿Pero cuál es la diferencia entre los sistemas basados en el reconocimiento facial y los basados en el reconocimiento de huellas dactilares?

Huellas dactilares

El reconocimiento de huellas dactilares consiste en identificar a la gente por las características propias que cada uno tiene en el dibujo de sus huellas. Líneas bifurcadas, bucles, terminaciones, etcétera, son rasgos que aparecen a lo largo de nuestra vida en nuestras huellas y que muy difícilmente se reproducen de la misma manera en dos individuos diferentes, aunque sean personas gemelas. Los sistemas de reconocimiento de huellas suelen ser muy seguros y rápidos, especialmente cuando hay que identificar un individuo entre muchos (por ejemplo 1 entre 1000). Esto se debe fundamentalmente a que las caracterísiticas biométricas de las huellas son precisas y no varían o lo hacen muy poco, mientras que el reconocimiento facial, como veremos, debe tener en cuenta la postura y los gestos de la cara en el momento de la identificación.

La conveniencia de implantar o no el reconocimiento de huellas en una empresa depende de factores relacionados con la actividad de sus trabajadores. Este sistema no está recomendado en empresas en las que los empleados realicen tareas que puedan alterar el dibujo de las huellas. Por ejemplo, si los trabajadores llevan siempre las manos sucias de polvo, líquidos u otros elementos, los lectores de huellas pueden no funcionar correctamente. Por otro lado el contacto continuado de las huellas con sustancias corrosivas como la lejía hacen que a la larga el dibujo de las huellas termine prácticamente desapareciendo. Hay que decir también que la calidad del dibujo no sólo depende de la actividad que realiza una persona, sino también de su genética: hay gente que tiene huellas dactilares muy poco marcadas o definidas y que pueden no servir para identificarse. No obstante, el reconocimiento de huellas tiene la ventaja de poder utilizar cualquier dedo, de manera que si la huella de un dedo no es de buena calidad para identificarse, cualquiera de las otras nueve lo puede ser. Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que, para hacer la lectura de una huella, hay que establecer un contacto físico entre el dedo y el sensor. Este hecho puede ser un factor condicionante a la hora de escoger estos sistemas en casos en que la higiene sea importante (por ejemplo un hospital o laboratorio).

Reconocimiento facial

El reconocimiento facial consiste en identificar personas por las características de sus caras, como la posición y tamaño de los ojos, la nariz o de la boca. La principal dificultad que enfrentan los sistemas de reconocimiento facial es la variabilidad que ofrece la expresión de la cara. En este sentido, la persona a identificarse debe evitar hacer gestos o muecas que puedan dificultar el reconocimiento. Además, habrá que volver a grabar una persona si ésta decide hacer cambios importantes en el aspecto de su cara, como por ejemplo, dejarse una frondosa barba o empezar a llevar gafas. Hay que añadir que, dependiendo de la calidad del lector, éste puede que sea muy sensible a las condiciones de luz ambiente. No es el caso de los relojes de fichar faciales de ImesD, las cuales pueden reconocer con luz o en la oscuridad . Una de las ventajas del reconocimiento facial respecto al de huellas dactilares es que es completamente higiénico, ya que no es necesario el contacto físico para identificarse. Por otro lado es más cómodo, ya que sólo es necesario colocarse delante de la cámara y esperar unos instantes a ser reconocidos.

Verdades y mentiras sobre los sistemas biométricos

Muchas películas y series de televisión han hecho una falsa propaganda de la fiabilidad tanto de los lectores de reconocimiento facial como los de huella dactilar. A ImesD nos han llegado rumores, por ejemplo, de que algunos empleados han conseguido fichar a partir de una huella calcada con cinta adhesiva. Pero en el momento de pedir una demostración de estos rumores, siempre han demostrado ser falsos y a menudo creados por grupos del personal con ánimo de desalentar al empresario de implantar un sistema de control horario. Por otra parte, en cuanto al reconocimiento facial, hay rumores de poder utilizar una fotografía impresa para intentar provocar un falso reconocimiento. Si bien el comportamiento de un lector facial depende de la calidad del mismo, las máquinas de fichar faciales de ImesD no admiten esta posibilidad.

Por último, cabe destacar que tanto en un sistema como en otro, nunca se registran imágenes de las caras o de las huellas, sino un resumen de las mismas. Con ello, la privacidad de las personas queda garantizada, ya que es imposible reconstruir una cara o una huella a partir de este resumen.

¿Cuál es la mejor opción?

La siguiente tabla pretende resumir lo que se ha comentado en este artículo y ayudar a la elección del sistema biométrico más adecuado en función de las necesidades de la empresa .

Reconocimiento de huellas Reconocimiento facial
- Muy seguro y rápido. - Rápido, seguro y cómodo.
- Permite utilizar cualquier dedo para identificarse. - Recomendado en entornos que requieran ciertos niveles de higiene.
- Resulta complicado reconocer personas con huellas dactilares poco definidas. - Intolerante a gestos faciales y cambios notables como heridas importantes, parches en algún ojo, etc …
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